Robertito era un alumno muy revoltoso, pero desde que su madrastra empezó a darle unos regalitos empezó a mejorar su rendimiento en la universidad. Un día llegó el padrastro muy orgulloso por que su hijastro no solo saco buenas notas, también ocupo el primer lugar en todo la universidad.
La madrastra muy orgullosa saco una tarjeta de sus enormes tetas, y como de costumbre se la entregó a su hijastro. Sin embargo, la muy puta sentía que no era suficiente el regalo de siempre, así que se ofreció en ir a su cuarto más tarde.
La tarjeta, era una suscripción a Inkasex para que Robertito pueda pajearse y rendir bien en su escuela. Está vez la culona madrastra vería esas películas porno junto a su hijastro. Sin embargo, el cuarto se calentó y la madrastra introdujo la pichulita de su pichon en su conchita, dejando la cama bien mojada como una regadora.